Saturday, March 28, 2009
Wednesday, May 28, 2008
te conocen...
Todos te conocen,
aburrido me tienes
con tu tan cierta
o
falsa popularidad.
Todos te han visto
y les platicas,
al oído,
de noche,
debajo de un árbol,
Todos se ríen
sin razón,
¿Estaré sordo?
Porque ciego no,
claro que no.
Te conocen
las fingidas princesas
los futbolistas,
los que no estoy seguro
si te conocen
son los niños huérfanos,
los pobres,
aquellos que sufren,
y sufren,
los que tropiezan al caminar
con relativa rectitud.
?Te conocenaran?
Al comentar este hecho
tan directo,
me asusto porque al parecer
yo también te conozco
sin haberte visto.
aburrido me tienes
con tu tan cierta
o
falsa popularidad.
Todos te han visto
y les platicas,
al oído,
de noche,
debajo de un árbol,
Todos se ríen
sin razón,
¿Estaré sordo?
Porque ciego no,
claro que no.
Te conocen
las fingidas princesas
los futbolistas,
los que no estoy seguro
si te conocen
son los niños huérfanos,
los pobres,
aquellos que sufren,
y sufren,
los que tropiezan al caminar
con relativa rectitud.
?Te conocenaran?
Al comentar este hecho
tan directo,
me asusto porque al parecer
yo también te conozco
sin haberte visto.
Saturday, January 26, 2008
Esto va para ti, ser sin nombre ???
La vi por primera vez bailando una cumbia, moviendo la cintura con alma propia, con el sentido del ritmo metido en la sangre. La multitud, perpleja. Yo estúpido. Tenia una falda larga, ligera color salmón, una blusa blanca corta y remangada, su ombligo latía adornado por un piercing brillante, su pelo claro largo y rizado no me dejo dar un paso. Bailo una canción con un su amigo, tipo suertudo y luego se sentó y allí termino el show.
Meses después de esa noche de ritmo la volví a ver en una cena, como siempre acompañada de algún amigo, eso quise yo suponer, entre tanto ver y tanto sonar no averigüe su nombre, por miedo a enamorarme de un ser ya mas complejo, eso de saber el nombre de una musa, debilita la obra. Mi musa no bailo solo comió, rió y disparo sonrisas hermosas, ligera de maquillaje y con una nariz de helado reclamo miradas toda la noche.
La soné esa y muchas horas de sueno , placentero. Camine solo con ese recuerdo y la fui bautizando con diferentes nombres, baile con ella en la oscuridad, en el agua y en mi lebitar vespertino.
No le conocía voz pero no me impidió platicar con ella, en diálogos cantados en platicas de novios, de esposos, de viejos amigos, talvez de amantes.
Me inspiro el reventar de mis sesos. Se unio a mi grupo predilecto de maravillas universales, y ella mi astro escalo hasta el primer lugar en horas, con la agilidad de obra de arte, de monumento histórico, de parque nacional o de biblioteca completa.
Le pedía a Dios su nombre y me lo negó, me dijo que no por el miedo a cambiar de Dios. Le implore al fuego, al arco iris , a la montana y todos avaros, negativos me dejaron con el hambre, muriéndome de amor.
Y esa gitana no volvió a aparecer. Solo me quedo el recuerdo de su fuego al bailar y las cicatrices de sus sonrisas, hechas bala en mi estropeada memoria.
Meses después de esa noche de ritmo la volví a ver en una cena, como siempre acompañada de algún amigo, eso quise yo suponer, entre tanto ver y tanto sonar no averigüe su nombre, por miedo a enamorarme de un ser ya mas complejo, eso de saber el nombre de una musa, debilita la obra. Mi musa no bailo solo comió, rió y disparo sonrisas hermosas, ligera de maquillaje y con una nariz de helado reclamo miradas toda la noche.
La soné esa y muchas horas de sueno , placentero. Camine solo con ese recuerdo y la fui bautizando con diferentes nombres, baile con ella en la oscuridad, en el agua y en mi lebitar vespertino.
No le conocía voz pero no me impidió platicar con ella, en diálogos cantados en platicas de novios, de esposos, de viejos amigos, talvez de amantes.
Me inspiro el reventar de mis sesos. Se unio a mi grupo predilecto de maravillas universales, y ella mi astro escalo hasta el primer lugar en horas, con la agilidad de obra de arte, de monumento histórico, de parque nacional o de biblioteca completa.
Le pedía a Dios su nombre y me lo negó, me dijo que no por el miedo a cambiar de Dios. Le implore al fuego, al arco iris , a la montana y todos avaros, negativos me dejaron con el hambre, muriéndome de amor.
Y esa gitana no volvió a aparecer. Solo me quedo el recuerdo de su fuego al bailar y las cicatrices de sus sonrisas, hechas bala en mi estropeada memoria.
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